Archivo

Archive for 23 junio 2013

UGT denuncia que la Policía Local carece de unidades especializadas tras resultar heridos dos agentes

VALENCIA, 9 May. (EUROPA PRESS) –

UGT ha denunciado este jueves la falta de unidades especializadas en la Policía Local de Valencia tras resultar heridos dos agentes de este cuerpo al intervenir en unos incidentes que se estaban registrando en la zona universitaria de la ciudad durante el arranque de la jornada de huelga en la enseñanza.

El sindicato ha criticado en un comunicado que la Policía «carece de un proyecto de trabajo»; la «dejación de funciones» del concejal de Policía, Miquel Domínguez; la carencia de Unidades Especializadas; la «falta de presupuesto» en material básico y la nula coordinación entre cuerpos policiales «que pone en peligro la seguridad de los agentes».

Asimismo, ha criticado la «falta de especialización» de la Policía Local «al no aprovechar los conocimientos de una gran mayoría de policías con estudios universitarios en Derecho, Criminología, Psicología, Sociología», al igual que hacen Ayuntamientos grandes como Madrid y Barcelona.

A su juicio, es «imprescindible que la tercera ciudad de España disponga de unidades especializadas y coordinadas con las demás  Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para intervenir en situaciones de grandes concentraciones humanas».

El sindicato ha pedido a Domínguez que asuma su responsabilidad y que si no «le gusta» la Concejalía que pida el cambio a otra delegación porque siguen «sin presupuesto, en todo lo referente a Policía, sin emisoras que terminen un día de servicio, y deja a los compañeros incomunicados en la calle».

Igualmente, ha asegurado que siguen «con armas sin ningún tipo de seguridad, antiguas y obsoletas, sin reponer los chalecos y cascos caducados y con falta de coches patrulla». «Y todo esto sin cobrar los atrasos de tres años en concepto de peligrosidad», ha añadido.

La Guardia Urbana de Barcelona rastrea fiestas ilegales de Sant Joan en las redes sociales

Sant Joan.

Sant Joan a les platges de Barcelona. (ARXIU)

La Guàrdia Urbana de Barcelona está rastreando las redes sociales buscando convocatorias de fiestas de Sant Joan no autorizadas. «Nos preocupan», ha admitido el portavoz de la policía municipal Carles Reyner, porque no hay ningún control sobre la asistencia de participantes y los límites de aforo que hay que respetar por seguridad.

La policía barcelonesa quiere evitar episodios como los del Madrid Arena y también está incrementando las inspecciones de los locales de ocio nocturno autorizados a convocar fiestas durante la verbena de Sant Joan.

La oferta de puntos de venta de petardos crece pese a la crisis económica.Los Bombers, con 104 efectivos, y la Guàrdia Urbana han diseñado un dispositivo especial, que contempla evacuar las playas de Barcelona a las 6 de la mañana, establecer controles de alcoholemia en todos los distritos e inspeccionar las 86 casetas de venta de petardos y las 19 hogueras autorizadas.

Los Bombers tendrán es especial vigilancia este año en la zona forestal, después de que la última verbena se declararan en Collserola tres incendios que calcinaron 11 hectáreas.

Pese a la crisis económica, la oferta de puntos de venta de petardos se ha incrementado este año en Catalunya, donde hay un total de 1.028 locales, un 7% más que el año pasado, según la Delegación del Gobierno en Catalunya.

Además, esta verbena de Sant Joan hay un nuevo reglamento de pirotecnia que incluye «mejoras de seguridad» a la hora de la vender petardos, con un mayor control sobre los locales y casetas autorizados.

Sestao estudia que los vecinos dejen sus llaves a la Policía al irse de vacaciones

 

Los ciudadanos pueden inscribirse ya para que la guardia urbana les avise por teléfono ante cualquier incidencia

¿A quién le deja las llaves de su casa cuando se va de vacaciones?, ¿a un familiar?, ¿a un vecino de toda la vida?, ¿al dueño de un establecimiento del que es cliente asiduo? En Sestao se han llegado a plantear que el mejor lugar para guardarlas es la comisaría, bajo custodia de la Policía local. Así lo anunció ayer en una red social el propio alcalde, Josu Bergara, a través de un tríptico que recogía la novedosa iniciativa. Sin embargo, horas después el Ayuntamiento informó que su publicación había sido un «malentendido», y negó que de momento los agentes vayan a guardar las llaves de nadie este verano. Los sestaoarras tendrán que volver a recurrir a las personas de su confianza, aunque sí podrán contar con la guardia urbana para que les avise en caso de urgencia mientras ellos descansan.

La idea original que se había barajado, y que ayer acabó apareciendo en un documento oficial del Consistorio, consistía en ofrecer tanto a los residentes como a los comerciantes y empresas del municipio la posibilidad de custodiar las llaves del domicilio, establecimiento u oficina «para que estén localizadas y puedan utilizarse en caso de emergencia como robo, incendio o inundación», señalaba el folleto. La propuesta se incluía dentro del programa ‘Vacaciones tranquilas’ que impulsa la Policía local, con lo que los llaveros quedarían directamente bajo control y supervisión de los propios uniformados para utilizarlas en caso de necesidad.

«Un malentendido»

Sin embargo, poco después el concejal de Seguridad Ciudadana, Gorka Egia, aclaró que era sólo una de las ideas con las que habían trabajado estos días y que debido a lo que calificó como «un malentendido» había acabado en el tríptico que el regidor colgó en su página de la red social. En las horas que estuvo visible la propuesta recibió los comentarios favorables de otros usuarios y de los vecinos de la localidad. El propio Egia admitió que «no se descarta que se pueda hacer a futuro».

Por el momento, los vecinos de Sestao podrán inscribirse en un servicio de alertas. Para ello deben acudir a alguno de los edificios municipales, o a las propias dependencias policiales, y rellenar un impreso con sus datos, «incluyendo teléfono, correo electrónico, fechas de sus vacaciones y, si quieren, el teléfono de la persona a quien van a dejarle sus llaves», repasaba el edil.

Mientras el Ayuntamiento de Sestao estudia si en un futuro se hará cargo o no de guardar en sus bolsillos los llaveros de sus vecinos, también se pone sobre la mesa la posibilidad de que este nuevo servicio de alertas «se extienda a los fines de semana y puentes», adelanta Gorka Egia. Una manera sencilla de evitar los sustos cuando se está lejos de casa.

Detenido un hombre por agredir a policías a los que pidió que lo llevaran a casa

 

 

  </

Un hombre de 66 años y vecino de A Coruña ha sido detenido esta madrugada por resistencia y atentado a varios agentes de la autoridad después de que se introdujese en un vehículo camuflado de la Policía Local y exigiera al agente sentado al volante «que lo llevara a su casa».

La Policía Local de A Coruña ha informado en un comunicado de los hechos, que ocurrieron a las 02.35 horas de hoy, cuando un policía de paisano se encontraba en el interior de un vehículo camuflado de la Policía Local estacionado delante de las dependencias de la Jefatura de la Policía Local.

En ese instante, un individuo de 66 años, vecino de A Coruña, se introdujo «apresuradamente» en el vehículo y exigió al agente sentado al volante «que lo llevara a su casa», tras lo que el policía se identificó como tal y le ordenó que se bajase del vehículo, extremo al que el hombre hizo caso omiso.

Dada su actitud, el agente se apeó del vehículo, le abrió la puerta y le indicó que si no necesitaba ningún servicio policial que se bajara del coche, a lo que el hombre se negó de nuevo y reiteró su petición de que lo llevara a su casa, continúa el relato policial.

Minutos después, una dotación uniformada acudió al punto y logró sacar al hombre del vehículo pero, lejos de desistir de su actitud, empezó a dar golpes al aire en actitud agresiva y alcanzó en el antebrazo a un agente, dio una patada a otro y un golpe en la cara a un tercer policía, mientras les gritaba e insultaba.

Por todo ello fue detenido inmediatamente, aunque tuvo que ser reducido a la fuerza, y trasladado a dependencias policiales, donde quedó a disposición judicial.

La Policía Local evita un ‘macrobotelleo’ junto al Cartagonova

 

Cuatro patrullas acotaron la zona y desviaron a los adolescentes, parte de los cuales montó su fiesta en otros lugares sin grandes molestias para los vecinos
E. R. K. | CARTAGENA./ la Verdad

La amenaza de un botelleo masivo protagonizado por adolescentes, casi todos menores de edad, en la explanada del estadio Cartagonova, fue contrarrestada ayer con éxito por la Policía Local. Asi, se evito que alrededor de dos mil estudiantes de la ESO se aglomeraran en esa zona desde la que el ruido causado molesta a miles de vecinos de los edificios ubicados al otro lado de la Rambla de Benipila.

Finalmente, la fiesta multitudinaria quedó en menos de la mitad de asistentes y tuvo lugar, a oscuras, en un descampado situado a medio camino entre el campo de fútbol y el centro comercial Eroski, en el que antiguamente se ubicaba el campamento de Carthagineses y Romanos.
La convocatoria se generó a través de las redes sociales y fue detectada por el cuerpo de seguridad del Ayuntamiento pasadas las diez de la noche, según el nuevo coordinador de Seguridad, Juan Antonio Calabria. Y él y el concejal, Mariano García, decidieron hacerle frente con los agentes en servicio ordinario. Al menos una docena de agentes, a bordo de seis coches patrulla, que estaban de servicio en el centro y en algunas fiestas de barrios y diputaciones, ayudaron a fijar dos puestos de control en los que interceptar a los jóvenes que acudían a la cita con bolsas llenas de botellas de bebidas alcohólicas, refrescos y hielo. Uno de ellos se situó al pie del puente de Soldado Rosique. El otro, junto a la bajada de la pasarela peatonal de Luis Calandre. Los agentes allí destacados colocaron vallas para evitar la entrada de vehículos y advirtieron a quienes llegaban a pie con bolsas que no podían quedarse allí a beber. El jefe del cuerpo, Manuel Asensio, dirigió el dispositivo in situ a partir de las once de la noche.
Algunos jovenes decidieron darse la vuelta. Pero otros muchos se decantaron por buscar un nuevo lugar en el que agruparse, en concreto, el antiguo emplazamiento del campamento de las Fiestas históricas. Los agentes les permitieron pasar en esa dirección. Pero para evitar que alguno aprovechara para quedarse junto al estadio, se avisó a un camión de la empresa municipal de limpieza viaria (Lhicarsa) que se dedicó a dar vueltas por toda la explanada y lanzar chorros de agua como disuasión.
Los cientos de jovenes que llegaron a su destino tuvieron que pasar la velada en la oscuridad, bajo un cielo en el que la luna apenas brillaba, oculta tras las nubes, y utilizando los móviles para alumbrarse. El resto regreso a sus casas o se desperdigó por los alrededores de la Alameda de San Antón para formar perqueños núcleos de botelleo, sin causas muchas molestias a vecinos y viandantes.
De vuelta de San Javier
El botelleo se convocó de manera sorpresiva cuando la suspensión de una gran fiesta de graduación de infinidad d einstitutos de la Comarca, en una discoteca de San Javier, dejó sin plan a más de tres mil jóvenes, de los que alrededor de la mitad son de Cartagena. Muchos de ellos no llegaron a subir a los autobuses que les iban a llevara hasta ese local. Otros regresaron en esos transportes sin haberse bajado. Pocos renunciaron de antemano a seguir la noche de la forma que fuera. Y ya que contaban con los ingredientes alcohólicos que habían comprado, decidieron montarse la fiesta por si mismos en el lugar que se ha convertido ya en tradicional: la explanada del Carthagonova.
La actuación de la Policía Local había fracasado en casos precedentes, al intentar disolver a multitudes que ya se había instalado allí, coches incluidos. En esta ocasión, se previó lo que iba a pasar y se evitó que uno solo de los jovenes abriera una botella de alcohol en la zona.

Una violación cada ocho horas

Jaime Prats

En el garaje, en una calle poco iluminada tras una noche de fiesta, de madrugada al acudir al trabajo, en un rincón oscuro del portal de casa, en un parque, en el dormitorio. Por parte de familiares, de personas del entorno cercano o de perfectos desconocidos. Cada año se denuncian en España 1.161 violaciones (agresiones sexuales con penetración, en la jerga policial) según los últimos datos que facilita el Ministerio del Interior, de 2011. Son tres cada día; una cada ocho horas.

Detrás de cada una de ellas hay una profunda humillación, violencia física y psíquica, y unas secuelas que tardarán más o menos tiempo en cicatrizar (quizás no lo hagan nunca) con las que la víctima tendrá que aprender a convivir, generalmente con apoyo psicológico. “Nosotras no tenemos una goma de borrar, pero podemos conseguir que la herida no duela y que el recuerdo de la experiencia no cree un malestar tal que impida a la víctima vivir con normalidad”, explica Beatriz Mergelina, psicóloga del Centro de Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales (Cavas) de Valencia.

 

EL PAÍS 

No todas las violaciones que se denuncian acaban en condena. A pesar de ello, es más que probable que las agresiones que tienen lugar en España sean bastantes más que las 1.161 que recogen las estadísticas. No solo porque en los datos facilitados por el Gobierno no incluyen las denuncias registradas en Cataluña (581 agresiones sexuales en 2011, según los datos ofrecidos por los Mossos d’Esquadra, que no especifican las violaciones). Sino porque buena parte no se denuncian —especialmente las que se producen en el ámbito del hogar y a menores—. Es difícil saber cuántas llegan a trasladarse finalmente a una comisaría.

Santiago Redondo, profesor de psicología y de criminología de la Universidad de Barcelona y autor de diversos estudios sobre delincuencia sexual apunta que la información que se maneja a este respecto se obtiene de encuestas, como la que se realizó en Cataluña en 2010 en la que el 2,9% de las mujeres aseguraron haber sido violadas en algún momento de su vida. Estas consultas también apuntan que entre el 50% y el 55% de estas agresiones sexuales no se denuncian. Por ello, los especialistas consideran que la cifra real de este tipo de abuso podría rondar las 2.000 violaciones al año.

“Tratamos de que la herida no duela”, comenta una psicóloga 

Clara, de 28 años, es una de las mujeres que forma parte de estas estadísticas. Acudió a tomar una copa a un pueblo cercano de su localidad —que prefiere ocultar, al igual que su nombre real—. Era la primera vez que iba a ese bar de copas. Allí no conocía a nadie más que a las dos amigas con las que salió aquella noche. Un chico se le acercó y le invitó a fumar un cigarro a las puertas del local. Accedió.

“Su aspecto era normal, recuerdo que charlamos tranquilamente mientras dábamos una vuelta”. Clara se muerde las uñas mientras rememora aquel terrible episodio.

A pesar de que se nota que está pasando un mal trago, ha accedido a relatar su caso por si puede ser de ayuda a otras mujeres.

Clara estuvo cuatro años acudiendo a terapia para superar la agresión 

El paseo les llevó a una zona despoblada, junto a un campo de naranjos. De repente, el chaval abandonó la amabilidad que había mostrado hasta ese momento. “Se bajó los pantalones y me pidió que le hiciera una felación”, relata Clara. Ella se negó y la reacción fue de una violencia desmesurada. La joven apenas recuerda más allá de los primeros golpes que recibió. Después, no hay más que una sucesión de imágenes aisladas. “Estaba sin ropa interior, y con la cara ensangrentada; vi a unos chavales a los que pedí ayuda; me acuerdo de la ambulancia que me llevó al hospital y de un policía que me pidió el teléfono de mi padre”.

Tenía la mandíbula partida en cuatro fragmentos. La operaron y pasó una semana en el hospital. Tras recibir el alta, volvió a ingresar por una fiebre que resultó ser un herpes que le había transmitido el agresor y que le apareció en la zona de la boca. Entre los problemas que tenía para alimentarse y el trauma posterior a la agresión, Clara adelgazó 10 kilos en los veinte días siguientes.

Las víctimas suelen presentar estrés postraumático, entre otros síntomas 

“Las consecuencias de una violación dependen tanto de las características de la víctima, de su edad, del entorno que tiene o de su personalidad, como del tipo de agresión que ha sufrido”, explica Encarnación Sueiro, profesora de psicología de la Universidad de Vigo. “En las consultas, yo lo que pretendo es que normalicen su vida”, añade esta psicóloga clínica que atiende a víctimas de abuso en un centro de orientación familiar de la red pública gallega.

“Lo habitual es que vengan impactadas, con estrés postraumático”, señala Beatriz Mergelina, a cuyo centro llegan mujeres remitidas por la Generalitat valenciana. “Suelen sufrir alteraciones del sueño, de la ingesta, reviven escenas de la agresión a modo de flashback repetidos, están en un estado de hipersensibilidad a los olores, al tacto de otras personas…” añade la psicóloga clínica valenciana.

Los especialistas advierten del uso de drogas que anulan la voluntad 

En Cavas, el seguimiento a las víctimas suele mantenerse a lo largo de cuatro años (con los menores, hasta que superan la adolescencia). En los primeros meses, las terapias son semanales, A medida que pasa el tiempo se van espaciando, aunque es frecuente que con ocasión del juicio y la tensión que genera, vuelva a reforzarse la ayuda. “Las chicas saben que nos pueden llamar en cualquier momento que se sientan mal”, explica la terapeuta.

A Clara le costó tiempo volver a sus rutinas. Tardó medio año en salir con sus amigas por la noche. Y otro año poder volver a subir al tren. Antes de su parada está la del pueblo donde fue agredida y no soportaba pasar por la estación de esta localidad de camino a casa. “Me entraban unas ganas insoportables de echar a correr”, explica. El objetivo del tratamiento consiste en recuperar la vida que las víctimas llevaban antes de la agresión enfrentándolas a sus miedos. Para ello, por ejemplo, Beatriz acompañó a Clara al bar de copas donde arrancó aquella fatídica noche.

“Ahora, si te acuerdas de aquello ya no es lo mismo, no te afecta igual, aunque es algo que sigue estando ahí”, comenta esta joven valenciana. Los recuerdos pueden volver a emerger, aunque de forma controlada. Como ha sucedido las últimas semanas, a raíz de la detención del falso monje shaolin de Bilbao asesino de prostitutas. “No puedo con ese tema, cada vez que sale en la tele me voy”, explica.

Sin olvidar nunca que el único culpable de una agresión es el propio violador, los especialistas recomiendan tomar precauciones básicas para prevenir situaciones de riesgo. Más allá de las clásicas de tratar de ir acompañada o evitar zonas oscuras o poco concurridas, Beatriz Mergelina advierte de que no hay que perder de vista las copas por la noche.

A lo largo de los últimos años los centros que atienden a mujeres agredidas han detectado un incremento en el uso de drogas que inhiben la voluntad. Son unas sustancias que se emplean, diluidas en la bebida en un descuido de la víctima, para cometer robos y abusos sexuales. Es difícil evaluar el porcentaje de agresiones en las que se han usado estas sustancias. Manuel López-Rivadulla, catedrático de Toxicología de Universidad de Santiago de Compostela especialista en estas drogas, explica que puede rondar entre el 10% y el 20% de los casos: “Es lo que dicen estudios elaborados en países de nuestro entorno, como Francia o Inglaterra”. López-Rivadulla señala que en España no existen datos, pero confía en que haya pronto, gracias al protocolo que elaboró el año pasado el Instituto Nacional de Toxicología en el que se establecen las pautas que deben seguir los especialistas en los hospitales para detectar los asaltos sexuales en los que se han empleado las llamadas drogas de violación.

Los datos del Ministerio de Interior reflejan un descenso de las denuncias por violaciones de un 16% entre los años 2008 y 2011. “Hay que tener en cuenta que este tipo de delitos son relativamente poco numerosos: el 1% del total. Con estas prevalencias tan bajas pueden producirse oscilaciones relativamente relevantes cuyo significado ignoramos. Probablemente tenga que ver más con el azar que cualquier otra cosa”, detalla Santiago Redondo, que quita importancia a las variaciones. “Las cifras suelen mantenerse bastante estables a lo largo de los años”, añade.

El agresor de Clara fue detenido, juzgado y condenado a una pena de siete años y medio de cárcel. “Me parece muy poco tiempo, en estos casos, la condena siempre me parece que es poca” señala la joven.

 

Un 20% de reincidentes

Hace un par de semanas, la Policía informó de la detención en Alicante de un violador en serie. Era el cuarto arrestado en 12 meses en la ciudad. Casos como este, o como el de Francisco López Maíllo, el violador del Eixample, que fue condenado en 1985 por haber cometido 29 violaciones en Barcelona, pueden trasladar la idea de que todos los agresores sexuales se caracterizan por su reincidencia. Sin embargo, esta sensación es errónea.

“Las personas condenadas por delitos sexuales no suelen tener un perfil de violador sistemático”, comenta Santiago Redondo, profesor de psicología y criminología de la Universidad de Barcelona y exresponsable del servicio de rehabilitación de las prisiones catalanas. “La tasa de reincidencia ronda el 18% o el 20% según distintos estudios mundiales”, añade.

¿Se puede hacer algo para corregir el impulso que mueve a estas personas a volver a abusar de mujeres? La mitad de los 70 centros penitenciarios que hay en España cuentan con programas de intervención con agresores sexuales con este fin. Y, a pesar de que los especialistas consideran la agresión sexual como uno de los comportamientos delictivos más resistentes al cambio, distintos trabajos apuntan en la dirección de que estos tratamientos pueden aportar resultados positivos.

En España se han elaborado dos estudios con resultados similares para evaluar la eficacia de los programas terapéuticos con agresores. Uno de ellos, dirigido por Redondo, analizó en 2006 el tratamiento de la prisión de Brians (Barcelona). Se comparó un grupo de 49 agresores sexuales que fue sometido a terapia con otro de 74 que no accedió a estas sesiones. Después de cuatro años, la tasa de reincidencia en el primer grupo fue del 6% frente al 18% del segundo. El estudio concluyó en la “considerable potencia rehabilitadora del tratamiento”, aunque Redondo admite que quizás los cuatro años de seguimiento son un periodo demasiado breve para obtener resultados más concluyentes.

Tina Alarcón, presidenta de la Asociación de Asistencia a Mujeres Violadas de Madrid insiste en esta idea. “Debe de pasar más tiempo para saber si estos programas funcionan, son demasiado recientes”, señala. Ella no confía en los tratamientos: “Los resultados son mínimos”. Prefiere apostar por la prevención en etapas escolares “donde se incide muy poco”. “En la asociación ofrecemos cursos a colegios y es desolador observar como se mantienen los estereotipos machistas que están detrás de estas actitudes”, asegura. La responsable de la entidad de ayuda a víctimas de agresiones sexuales destaca que buena parte de estos comportamientos comparten la raíz con los ataques machistas: “En multitud de ocasiones el impulso de estas conductas no es el placer sexual, sino el ejercicio del poder, de la sumisión y dar salida a las frustraciones”. De ahí, señala, la relevancia de trabajar las actitudes desde la escuela.

Fuente: elpais.com

Ocho detenidos en un semana por cinco robos con fuerza en casas y parkings del Baix Llobregat

                                                                                               

 

                                                                                                          

             

 

Agentes de la Policía de la Generalidad-Mossos conjuntamente con policías locales del territorio de la comisaría de Sant Feliu de Llobregat han detenido a cinco hombres y dos mujeres, entre el 11 y el 18 de junio, como presuntos autores de cinco robos con fuerza, tres de ellos en domicilios de Corbera del Llobregat y Sant Vicenç dels Horts y dos más en trasteros y aparcamientos privados de Molins de Rei y Sant Feliu de Llobregat.

Las cinco primeras detenciones tuvieron lugar el 11 de junio, entre las 14 hy las 15 h. Una de ellas fue en Corbera de Llobregat, cuando la policía local de Pallejà recibió el aviso de un vehículo sospechoso estaba dando vueltas por la urbanización Fontpineda de Pallejà. Los agentes del cuerpo de Mossos hicieron búsqueda del coche, conjuntamente con la Policía Local de Pallejà y Corbera de Llobregat y, finalmente, la policía local de Corbera de Llobregat localizó y detuvo el vehículo a una urbanización de su municipio . En su interior había tres ocupantes, a los que les encontraron herramientas para cometer robos y diversos objetos electrónicos y joyas, presuntamente sustraídos, motivo por el cual los tres hombres quedaron detenidos. Los tres son de nacionalidad española y vecinos de Barcelona.
Minutos después, poco antes de las 15 h, agentes del cuerpo de Mossos de la comisaría Sant Vicenç dels Horts detuvieron también a dos mujeres más, de nacionalidad croata, una de ellas sin domicilio conocido y la otra con domicilio en Barcelona, ​​como presuntos autores de un robo con fuerza en interior de domicilio en grado de tentativa en Sant Vicenç dels Horts. El patrulla las pilló in fraganti, justo cuando estaban forzando la puerta de acceso de un bloque de pisos para entrar a robar.
El pasado 13 de junio agentes de la Unidad de Investigación de Sant Feliu de Llobregat con colaboración de la policía local de Esparreguera detuvieron a un hombre, de 18 años, nacionalidad española y vecino de Corbera de Llobregat, como presunto autor de un robo con fuerza que tuvo lugar el pasado 4 de junio en una casa de Corbera. Gracias a la información aportada por un testigo de los hechos, los agentes pudieron localizar y detener al presunto autor, a quien le encontraron las joyas que había sustraído en el domicilio.
El pasado 18 de junio los Mossos de la comisaría de Sant Feliu de Llobregat detuvieron a un hombre de 40 años, nacionalidad española y vecino de Cornellà de Llobregat, como presunto autor de un robo con fuerza en un parking privado de Sant Feliu de Llobregat. La detención se hizo gracias a la colaboración ciudadana, que pasó información clave a los agentes para localizar al ladrón justo después de haber forzado el parking, mientras huía, y agentes de la Policía Local de Sant Feliu de Llobregat, que lo retuvieron hasta la llegada de los mozos.
La última detención tuvo lugar el 19 de junio en Molins de Rei, alrededor de las 3:30 horas de la madrugada, cuando agentes de los Mossos recibieron el aviso por parte de los vigilantes de seguridad de la estación de Renfe que tres hombres estaban forzando en ese mismo momento la puerta de un parking privado. Los mossos dirigirse al lugar y en el interior de dicho parking localizaron a un hombre, de nacionalidad española, 27 años y domicilio en Esparreguera, al que detuvieron como presunto autor de los hechos. Al detenido le constaban dos antecedentes policiales por robo con fuerza y ​​los agentes localizaron una bolsa de herramientas para cometer robos escondida bajo un vehículo.
De los ocho detenidos, uno de ellos, el del robo con fuerza en un domicilio de Corbera, ha ingresado en prisión. El resto han quedado en libertad con cargos.